Evangelio De Hoy Lectura: Encuentra Inspiración en la Palabra de Dios
¡Buen día, amados hermanos y hermanas en Cristo! Hoy nos reunimos nuevamente para sumergirnos en la maravillosa lectura del Evangelio de hoy. Es un privilegio tener acceso a la Palabra de Dios, ya que en ella encontramos la verdad, la esperanza y la guía para nuestras vidas. En esta ocasión, nos sumergiremos en el Evangelio de Hoy Lectura, buscando inspiración y aliento en las enseñanzas de Jesús.
Cuando nos acercamos a las Escrituras, es importante recordar que la Biblia es la Palabra de Dios, escrita por hombres inspirados por el Espíritu Santo. Cada palabra y cada versículo tienen un propósito divino, y cuando meditamos en ellos, podemos encontrar sabiduría y fortaleza para enfrentar los desafíos de la vida.
Hoy quiero enfocarme en una enseñanza particular de Jesús que se encuentra en el Evangelio de Hoy Lectura. Jesús nos dice: «No juzguéis, para que no seáis juzgados. Porque con el juicio con que juzgáis, seréis juzgados; y con la medida con que medís, os será medido» (Mateo 7:1-2, RV).
Estas palabras de Jesús son un recordatorio de la importancia de la compasión y la misericordia en nuestras vidas. Con demasiada frecuencia, nos apresuramos a juzgar a los demás sin conocer su historia o sus circunstancias. Pero Jesús nos llama a ser diferentes. Nos llama a mostrar amor y gracia, tal como Él lo hizo con nosotros.
Cuando nos encontramos con personas que han cometido errores o que tienen puntos de vista diferentes a los nuestros, es fácil caer en la tentación de juzgarlos y condenarlos. Pero, ¿no nos ha perdonado Dios nuestros propios pecados? ¿No hemos experimentado su amor inmerecido? Entonces, ¿por qué no extendemos esa misma gracia a los demás?
En lugar de juzgar, debemos buscar entender, comprender y perdonar. Jesús nos enseña a amar a nuestros enemigos y a orar por aquellos que nos persiguen (Mateo 5:44, RV). Esto no significa que debamos estar de acuerdo con todo lo que hacen, pero sí significa que debemos tratarlos con respeto y amor, reconociendo que todos somos pecadores necesitados de la gracia de Dios.
Cuando practicamos la compasión y la misericordia, estamos reflejando el carácter de Cristo y compartiendo Su amor con aquellos que nos rodean. Nuestro testimonio puede tener un impacto profundo en la vida de los demás, mostrándoles el amor de Dios y abriendo puertas para que ellos también experimenten Su gracia transformadora.
Hermanos y hermanas, no subestimemos el poder de nuestras palabras y acciones. Cada interacción que tenemos con los demás es una oportunidad para ser testigos del amor de Dios. Que nuestro amor sea genuino y sin hipocresía. Que nuestras palabras sean llenas de gracia y amabilidad. Y que nuestras acciones reflejen el carácter sacrificial de Cristo.
Al final del día, lo que importa no es cuánto conocimiento bíblico tengamos o cuánto tiempo pasemos en la iglesia. Lo que importa es cómo vivimos nuestras vidas y cómo tratamos a los demás. Que seamos conocidos por nuestro amor y compasión, y que nuestra fe en Cristo se vea reflejada en nuestras acciones diarias.
Amados hermanos y hermanas, mientras nos sumergimos en el Evangelio de Hoy Lectura, recordemos las palabras de Jesús: «No juzguéis, para que no seáis juzgados». En lugar de juzgar, busquemos amar y perdonar. Que nuestras vidas sean un testimonio vivo del amor y la gracia de Dios.
Que el Evangelio de Hoy Lectura nos inspire a ser imitadores de Cristo en todo lo que hacemos. Que nuestras vidas sean una luz en medio de la oscuridad, mostrando a aquellos que nos rodean el amor redentor de nuestro Salvador.
¡Que el Señor les bendiga y les guíe en su caminar con Él! Que nuestro amor por los demás sea una prueba de nuestro amor por Dios. Y que el Evangelio de Hoy Lectura sea una fuente constante de inspiración y dirección en nuestras vidas.
Evangelio De Hoy Lectura, fuente de sabiduría y vida. ¡Amén y amén!
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