Salmo 92:12-15 – «El justo florecerá como la palma; crecerá como cedro en el Líbano. Plantados en la casa de Jehová, en los atrios de nuestro Dios florecerán. Aun en la vejez fructificarán; estarán vigorosos y verdes, para anunciar que Jehová mi fortaleza es recto, y que en él no hay injusticia.»
Queridos hermanos y hermanas en Cristo,
Hoy nos reunimos para reflexionar sobre un hermoso pasaje de la Palabra de Dios, el Salmo 92:12-15. Estas palabras nos ofrecen una promesa de prosperidad y fructificación para aquellos que confían en el Señor y permanecen plantados en Su casa. Es un recordatorio de que Dios siempre honra la fidelidad de Sus hijos y les concede bendiciones abundantes.
El salmista compara al justo con la palma y el cedro, dos árboles que representan solidez, belleza y crecimiento constante. Así como estos árboles se elevan y se mantienen firmes en su lugar, así también los justos florecen y crecen en la presencia de Dios. Cuando nos arraigamos en Él, nuestras vidas se nutren de Su sabiduría y amor, permitiendo que nuestras acciones y testimonios sean fructíferos para Su gloria.
Es importante destacar que este pasaje también nos habla de la longevidad y la vitalidad que Dios concede a Sus hijos. Incluso en la vejez, aquellos que confían en el Señor seguirán siendo vigorosos y verdes. Esto no solo se refiere a la salud física, sino también a la fortaleza espiritual que Dios otorga a aquellos que le buscan. No importa cuántos años tengamos, podemos continuar sirviendo a Dios con pasión y energía, proclamando Su justicia y bondad a todos los que nos rodean.
En nuestro caminar con Cristo, a menudo enfrentamos desafíos y pruebas que pueden hacernos dudar de nuestra capacidad para fructificar y perseverar. Sin embargo, el Salmo 92:12-15 nos asegura que, si permanecemos en la presencia de Dios, Él nos capacitará para superar cualquier obstáculo y nos brindará las fuerzas necesarias para seguir adelante. Él es nuestra fortaleza y en Él no hay injusticia. Confíen en Él y verán cómo sus vidas florecen y dan frutos abundantes.
Hermanos y hermanas, que estas palabras del Salmo 92:12-15 sean un recordatorio constante de la fidelidad de Dios y de Su capacidad para bendecirnos y fortalecernos. Que seamos como la palma y el cedro, arraigados en la casa del Señor, floreciendo y creciendo en Su amor y gracia. Que nuestras vidas sean testimonios vivientes de Su justicia y bondad, y que podamos proclamar Su fortaleza a todos los que nos rodean.
En conclusión, recordemos una vez más las hermosas palabras del Salmo 92:12-15: «El justo florecerá como la palma; crecerá como cedro en el Líbano. Plantados en la casa de Jehová, en los atrios de nuestro Dios florecerán. Aun en la vejez fructificarán; estarán vigorosos y verdes, para anunciar que Jehová mi fortaleza es recto, y que en él no hay injusticia.»
Que estas palabras se graben en nuestros corazones y nos impulsen a confiar en el Señor en todas las etapas de nuestras vidas. Que podamos vivir como testigos de Su amor y gracia, y que podamos florecer y dar frutos abundantes para Su gloria.
Amén.
Salmo 92:12-15 – «El justo florecerá como la palma; crecerá como cedro en el Líbano. Plantados en la casa de Jehová, en los atrios de nuestro Dios florecerán. Aun en la vejez fructificarán; estarán vigorosos y verdes, para anunciar que Jehová mi fortaleza es recto, y que en él no hay injusticia.»