Conéctate Con Dios

50 Citas Bíblicas para Enfermos


Citas Biblicas Para Enfermos: Una guía de consuelo y esperanza en momentos difíciles

La enfermedad puede ser una experiencia abrumadora y desafiante, pero la Biblia ofrece palabras de consuelo, fortaleza y esperanza para aquellos que están enfermos. Aquí tienes 50 citas bíblicas para enfermos que pueden brindar consuelo y aliento en tiempos de dificultad:

1. Salmos 41:3 – «El Señor lo sostendrá en el lecho del dolor; le aliviará en sus dolencias».
2. Jeremías 30:17 – «Pues yo te devolveré la salud y te sanaré de tus heridas».
3. Mateo 4:23 – «Jesús recorría toda Galilea, enseñando en las sinagogas, proclamando las buenas nuevas del reino y sanando toda enfermedad y dolencia».
4. Salmos 103:2-3 – «Bendice, alma mía, al Señor, y no olvides ninguno de sus beneficios. Él perdona todos tus pecados y sana todas tus dolencias».
5. Jeremías 17:14 – «Sáname, Señor, y seré sanado; sálvame y seré salvado, porque tú eres mi alabanza».
6. Santiago 5:14-15 – «¿Está alguno enfermo entre vosotros? Llame a los ancianos de la iglesia, y oren por él, ungiéndole con aceite en el nombre del Señor. Y la oración de fe salvará al enfermo, y el Señor lo levantará; y si ha cometido pecados, le serán perdonados».
7. Salmos 147:3 – «Él sana a los quebrantados de corazón y venda sus heridas».
8. Mateo 9:35 – «Jesús recorría todas las ciudades y aldeas, enseñando en las sinagogas, proclamando las buenas nuevas del reino y sanando toda enfermedad y toda dolencia».
9. Salmos 30:2 – «Señor, Dios mío, clamé a ti, y me sanaste».
10. Isaías 53:5 – «Pero él fue herido por nuestras rebeliones, molido por nuestras iniquidades. El castigo que nos da la paz, cayó sobre él, y por sus llagas fuimos nosotros curados».

11. Salmos 107:19-20 – «Entonces clamaron al Señor en su angustia, y los salvó de sus aflicciones. Envió su palabra, y los sanó, y los libró de su ruina».
12. 2 Corintios 12:9 – «Y me ha dicho: «Bástate mi gracia, porque mi poder se perfecciona en la debilidad». Por tanto, de buena gana me gloriaré más bien en mis debilidades, para que repose sobre mí el poder de Cristo».
13. Salmos 6:2 – «Ten piedad de mí, oh Señor, porque estoy debilitado; sáname, Señor, porque mis huesos están temblorosos».
14. Proverbios 17:22 – «El corazón alegre es una buena medicina, pero el espíritu quebrantado seca los huesos».
15. Salmos 30:10-11 – «Oye, Señor, y ten piedad de mí; Señor, sé tú mi ayudador. Has cambiado mi lamento en danza; desataste mi cilicio y me ceñiste de alegría».
16. Mateo 11:28 – «Venid a mí todos los que estáis cansados y cargados, y yo os haré descansar».
17. Salmos 107:20 – «Envió su palabra y los sanó; los libró de su ruina».
18. Salmos 34:17-18 – «Claman los justos, y el Señor los oye y los libra de todas sus angustias. Cercano está el Señor a los quebrantados de corazón, y salva a los de espíritu abatido».
19. Mateo 8:16-17 – «Al atardecer, le trajeron muchos endemoniados; y con su palabra expulsó a los espíritus y sanó a todos los enfermos, para que se cumpliera lo dicho por el profeta Isaías: Él mismo tomó nuestras debilidades y llevó nuestras enfermedades».
20. Salmos 46:1 – «Dios es nuestro refugio y fortaleza, nuestro pronto auxilio en las tribulaciones».

21. Salmos 103:1-2 – «Bendice, alma mía, al Señor, y bendiga todo mi ser su santo nombre. Bendice, alma mía, al Señor, y no olvides ninguno de sus beneficios».
22. Salmos 30:5 – «Porque un momento será su ira, pero su favor dura toda la vida. Por la noche durará el lloro, pero a la mañana vendrá la alegría».
23. Mateo 14:14 – «Cuando Jesús desembarcó y vio a tanta gente, tuvo compasión de ellos y sanó a los que estaban enfermos».
24. Isaías 58:8 – «Entonces romperá tu luz como el alba, y tu salud brotará pronto; tu justicia irá delante de ti, y la gloria del Señor será tu retaguardia».
25. Salmos 103:20 – «Bendecid al Señor, vosotros sus ángeles, poderosos en fortaleza, que ejecutáis su palabra, obedeciendo a la voz de su palabra».
26. Salmos 73:26 – «Mi carne y mi corazón desfallecen, pero Dios es la fortaleza de mi corazón y mi porción para siempre».
27. Mateo 10:1 – «Y habiendo llamado a sus doce discípulos, les dio autoridad sobre los espíritus inmundos, para que los expulsaran y sanaran toda enfermedad y toda dolencia».
28. Salmos 55:22 – «Echa sobre el Señor tu carga, y él te sustentará; no permitirá jamás que el justo caiga».
29. Jeremías 33:6 – «He aquí que yo les traeré sanidad y medicina; los curaré y les revelaré abundancia de paz y de verdad».
30. Salmos 62:5 – «Descansa solo en Dios, alma mía, porque de él viene mi esperanza».

31. Mateo 15:30-31 – «Entonces se le acercó mucha gente con cojos, ciegos, mudos, mancos y otros muchos enfermos, y los pusieron a los pies de Jesús, y él los sanó, de modo que la multitud se maravilló al ver que los mudos hablaban, los mancos quedaban sanos, los cojos andaban y los ciegos veían; y glorificaron al Dios de Israel».
32. Isaías 41:10 – «No temas, porque yo estoy contigo; no desmayes, porque yo soy tu Dios que te fortalezco; siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia».
33. Salmos 23:4 – «Aunque pase por el valle de sombra de muerte, no temeré mal alguno, porque tú estarás conmigo; tu vara y tu cayado me infundirán aliento».
34. Mateo 4:24 – «Y se extendió su fama por toda Siria, y le trajeron todos los que padecían diversas enfermedades y dolores, endemoniados, lunáticos y paralíticos, y los sanó».
35. Salmos 55:16-17 – «Pero yo a Dios invocaré, y el Señor me salvará. Por la tarde, por la mañana y al mediodía me quejaré y gemiré, y él oirá mi voz».
36. Salmos 73:26 – «Mi carne y mi corazón desfallecen, pero Dios es la fortaleza de mi corazón y mi porción para siempre».
37. Mateo 9:22 – «Y Jesús, volviéndose y mirándola, dijo: «Ten ánimo, hija, tu fe te ha salvado». Y la mujer quedó sana desde aquella hora».
38. Salmos 91:5-7 – «No temerás el terror nocturno, ni saeta que vuele de día, ni pestilencia que ande en oscuridad, ni mortandad que en medio del día destruya. Caerán a tu lado mil, y diez mil a tu diestra; pero a ti no llegará».
39. Salmos 34:19 – «Muchas son las aflicciones del justo, pero de todas ellas lo librará el Señor».
40. Mateo 10:8 – «Sanad a los enfermos, limpiad leprosos, resucitad muertos, echad fuera demonios; de gracia recibisteis, dad de gracia».

41. Salmos 91:9-10 – «Porque has puesto al Señor, que es mi refugio, al Altísimo por tu habitación, no te sobrevendrá mal, ni plaga tocará tu morada».
42. Isaías 53:4-5 – «Ciertamente llevó él nuestras enfermedades y sufrió nuestros dolores; y nosotros le tuvimos por azotado, por herido de Dios y abatido. Mas él herido fue por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados. El castigo de nuestra paz fue sobre él, y por su llaga fuimos nosotros curados».
43. Salmos 34:4 – «Busqué al Señor, y él me respondió, y de todos mis temores me libró».
44. Mateo 8:2-3 – «Y he aquí vino un leproso y se postró ante él, diciendo: «Señor, si quieres, puedes limpiarme». Jesús extendió la mano y le tocó, diciendo: «Sí quiero; sé limpio». Y al instante quedó limpio de su lepra».
45. Salmos 121:2 – «Mi socorro viene de Jehová, que hizo los cielos y la tierra».
46. Salmos 91:14-16 – «Por cuanto en mí ha puesto su amor, yo también lo libraré. Lo protegeré, porque reconoce mi nombre. Me invocará, y yo le responderé; estaré con él en la angustia, lo libraré y lo enalteceré. Lo saciaré de larga vida, y le mostraré mi salvación».
47. Mateo 10:29-31 – «¿No se venden dos pajarillos por un cuarto? Con todo, ni uno de ellos caerá a tierra sin la voluntad de vuestro Padre. Y aun los cabellos de vuestra cabeza están todos contados. Así que no temáis; más valéis vosotros que muchos pajarillos».
48. Salmos 41:4 – «Yo dije: «Señor, ten piedad de mí; sáname, porque he pecado contra ti»».
49. Mateo 10:7-8 – «Y yendo, predicad, diciendo: «El reino de los cielos se ha acercado». Sanad enfermos, limpiad leprosos, resucitad muertos, echad fuera demonios; de gracia recibisteis, dad de gracia».
50. Salmos 103:3 – «Él es quien perdona todas tus iniquidades, el que sana todas tus dolencias».

Esperamos que estas citas bíblicas para enfermos te brinden consuelo, fortaleza y esperanza en tu camino hacia la sanidad. Recuerda siempre confiar en el poder y amor de Dios, quien está contigo en cada paso de tu camino. Citas Biblicas Para Enfermos son una fuente de inspiración y aliento en tiempos difíciles.